Tradición, aceite de oliva y feta en el corazón del Mediterráneo

La ensalada griega o horiatikí trasciende su papel de acompañamiento: es una celebración de la herencia mediterránea, donde los ingredientes frescos y locales reflejan siglos de tradición agrícola y gastronómica. Tomates madurados al sol, pepinos crujientes, pimientos y cebolla, aceitunas Kalamata y un bloque de queso feta coronado con aceite de oliva virgen extra conforman un plato simple pero emblemático.

Aceite de oliva: sabor y reconocimiento internacional

Christos Seferlis, productor en Laconia, destaca que “se trata de honrar lo que la tierra nos da”. Este año, Seferlis Estates recibió la Medalla de Oro en el LIOOC (Concurso Internacional de Aceite de Oliva de Londres) por sus variedades Koroneiki y Athinolia, consolidando a Grecia como referente en calidad de aceite de oliva virgen extra a nivel global.

Tradición, cultura y turismo culinario

Desde tabernas en Atenas hasta casas en las islas, la ensalada griega simboliza la dieta mediterránea: sencilla, saludable y profundamente conectada con la tierra. La creciente atención internacional al turismo gastronómico permite que visitantes de todo el mundo experimenten esta tradición que combina sabor, sostenibilidad y autenticidad.

Simplicidad y autenticidad

El plato destaca por su honestidad: ingredientes crudos y locales, sin aditivos ni artificios, reflejando un estilo de vida que celebra la tierra, el sol y el sabor natural de los alimentos. La horiatikí sigue siendo un emblema de la cultura griega y un ejemplo de cómo la gastronomía puede transmitir historia, comunidad y excelencia.