Pago de Riofrío destaca el valor del aceite de oliva español en el mercado global
Con más de 3 millones de toneladas de consumo anual, el aceite de oliva es un pilar en la alimentación mundial, y España lidera esta producción global, generando casi la mitad del total. Este liderazgo no es casualidad, sino el resultado de siglos de tradición, técnicas avanzadas y una cuidadosa selección de variedades que han posicionado al aceite de oliva español como el más valorado a nivel internacional.
Desde las frutadas Picual y Cornicabra hasta las más suaves y aromáticas Arbequina y Hojiblanca, la diversidad de aceitunas en España permite una increíble gama de sabores que conquistan los paladares más exigentes. Esto, combinado con las condiciones climáticas mediterráneas y la geografía variada de regiones como Andalucía, Cataluña y Castilla-La Mancha, aporta una calidad excepcional difícil de igualar.
Calidad de principio a fin
La calidad del aceite de oliva español no se limita a la recolección; está presente en todo el proceso. La extracción en frío, que conserva todos los aromas, antioxidantes y conservantes naturales, es una práctica clave en marcas como Pago de Riofrío. “El aceite se extrae en frío para que conserve todos sus aromas, antioxidantes y conservantes naturales. Se envasa únicamente bajo pedido para que permanezca el menor tiempo posible en contacto con el oxígeno del ambiente”, destacan desde la compañía, subrayando su compromiso con la excelencia.
A lo largo de los años, el aceite de oliva español ha ganado numerosos premios internacionales, lo que no solo confirma su calidad, sino que también refuerza la confianza de los consumidores globales. Estos premios, junto con una producción moderna y eficiente, son un reflejo de cómo España equilibra tradición y tecnología para ofrecer un producto de primer nivel.
Versatilidad y salud
Uno de los grandes atractivos del aceite de oliva español es su versatilidad en la cocina. Desde aderezar ensaladas hasta la cocción a fuego lento, es un ingrediente básico en la gastronomía mediterránea y ha ganado terreno en cocinas de todo el mundo. Pero su valor no es sólo culinario; los estudios científicos han demostrado que su consumo regular reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y protege contra el deterioro cognitivo, consolidándose como una opción saludable para los consumidores.
Perspectivas de futuro
La combinación de factores naturales, la tradición centenaria, la modernización del proceso de extracción, los reconocimientos internacionales, su versatilidad culinaria y sus beneficios para la salud hacen del aceite de oliva español un producto altamente valorado en el mercado global. España, como líder mundial en producción, tiene una oportunidad única para seguir promoviendo su producto estrella a nivel internacional, aprovechando su reputación de calidad excepcional.